El Corazón juega un papel fundamental en esta tarea de educar la mente para vivir plenamente el presente. No en vano en neurocardiología ha llegado a denominársele " el emperador del cuerpo".
Y es que, se ha descubierto que el Corazón es quien coordina el funcionamiento armónico y acompasado de todo nuestro organismo ( incluido el cerebro ).
La neurocardiología ha dado luz a un mundo oculto que resulta maravilloso y esclarecedor.
"Esta nueva línea de investigación indica que el corazón posee una forma de inteligencia diferente a la atribuida al cerebro, con mucha más influencia en nuestra vida de la que podemos imaginar: ambas inteligencias, la del cerebro y la del corazón, se complementan pero parece que el puesto de mando se sitúa en el corazón.
Conectar
con la inteligencia del corazón supone adquirir una mayor sabiduría e
inteligencia para vivir. Mientras que la inteligencia del cerebro
tiende a analizar y a separar en partes, la inteligencia del corazón
busca la síntesis.
La
idea de que podemos pensar con el corazón ya no es sólo una metáfora
sino que es, de hecho, algo muy real. La investigación científica
está apuntando a que el corazón es fundamental como centro de
inteligencia en los seres humanos.
Los
biólogos moleculares nos dicen que el corazón es la glándula
endocrina más importante del cuerpo. En respuesta a nuestra experiencia
del mundo, produce y libera una hormona importante, ANF (Atrial
Natriuretic Factor) (Factor Natriurético Atrial), que afecta
profundamente las funciones del sistema límbico o “cerebro emocional”.
Esto incluye el área del hipocampo donde la memoria y el aprendizaje
tienen lugar, y también los centros de control de todo el sistema
hormonal.
Los
neurocardiólogos han encontrado que del 60 al 65% de las células del
corazón son en realidad células neuronales, y no células musculares
como se creía anteriormente.
Son
idénticas a las células nerviosas en el cerebro, operando a través
de los mismos enlaces, los ganglios, con las mismas conexiones
dendríticas-axonales que en el cerebro, y utilizan los mismos
neurotransmisores.
Cambiando
nuestra conexión con el corazón podemos modificar también el
cerebro: si las señales cardiacas son caóticas, este caos se refleja
en ciertas áreas cerebrales; si aprendemos a gestionar estas señales y
a transformarlas en señales coherentes, se abren cerebralmente
también nuevos campos de percepción que nos permiten pensar con más
claridad.
Nuestras
percepciones entonces cambian y podemos ver más aspectos de la realidad
y relacionarnos con ella de forma más profunda y satisfactoria: somos
más conscientes de lo que pasa alrededor nuestro, más sensibles hacia
los demás y aumenta nuestra autoconsciencia de lo que sentimos y
pensamos.
En realidad, de
una forma intuitiva y sabia, esta conexión corazón-cerebro y su poder
para grandes transformaciones, no es algo nuevo.
Como sucede a menudo, la ciencia confirma lo que
la humanidad sabia conocía desde hace miles de años: el poder transformador
de soltar la experiencia de vivirnos “fragmentados” y recuperar la experiencia
del todo integrado que somos.
Esto es exactamente lo que sucede cuando nos
vivimos desde una atención sostenida, desde una consciencia ecuánime, desde
una experiencia Mindfulness."(Don Emilio Garza en su blog Mindfulness
Atención Plena")
Maria Arboleda en su blog La Cuarta Morada explica:
Los especialistas en neurocardiologia han
descubierto que tenemos un cerebro en el corazón compuesto por más de 40.000
neuronas de diferentes tipos junto con una compleja red de neurotransmisores,
proteínas y células auxiliares que actúan independientemente de la cabeza.Los
latidos del corazón no son simplemente pulsaciones mecánicas de bombeo. Poseen
un lenguaje inteligente que influye en nuestra manera de percibir el mundo y
reaccionar ante él.
Todos los latidos del corazón están
vinculados al cerebro, influyendo continuamente en nuestras percepciones y
nuestra conciencia. Robert Cooper, doctor en filosofía, dice que el corazón no
sólo está abierto a nuevas posibilidades, sino que las examina activamente e
incluso busca una nueva comprensión, intuitiva.
Después de una extensa investigación, uno de los pioneros en neurocardiología, el Dr. J. Andrew Armour, introdujo el concepto de "un cerebro funcional en el corazón" en 1991. Su trabajo reveló que el corazón tiene un complejo sistema nervioso intrínseco que es lo suficientemente sofisticados para calificarlo como un "pequeño cerebro". El "cerebro del corazón" es una intrincada red de varios tipos de neuronas, neurotransmisores, proteínas y las células de soporte como los que se encuentran en el cerebro propiamente dicho. Tan elaborado circuito le permite actuar con independencia del cerebro del cráneo - para aprender, recordar, y hasta sentir e identificar. En el libro de neurocardiología, editado por el Dr. Armour y el Dr. Jeffrey Ardell, se ofrece una visión completa de la función intrínseca del sistema nervioso del corazón y el papel de la red neuronal autonóma central y periférica en la regulación de la función cardíaca.
Después de una extensa investigación, uno de los pioneros en neurocardiología, el Dr. J. Andrew Armour, introdujo el concepto de "un cerebro funcional en el corazón" en 1991. Su trabajo reveló que el corazón tiene un complejo sistema nervioso intrínseco que es lo suficientemente sofisticados para calificarlo como un "pequeño cerebro". El "cerebro del corazón" es una intrincada red de varios tipos de neuronas, neurotransmisores, proteínas y las células de soporte como los que se encuentran en el cerebro propiamente dicho. Tan elaborado circuito le permite actuar con independencia del cerebro del cráneo - para aprender, recordar, y hasta sentir e identificar. En el libro de neurocardiología, editado por el Dr. Armour y el Dr. Jeffrey Ardell, se ofrece una visión completa de la función intrínseca del sistema nervioso del corazón y el papel de la red neuronal autonóma central y periférica en la regulación de la función cardíaca.
El sistema nervioso del corazón, contiene
alrededor de 40.000 neuronas, llamadas axones sensoriales, que detectan las
hormonas circulantes, neurotransmisores y mide la información acerca del ritmo
cardíaco y la presión. Lo que traduce en impulsos neurológicos y los envía
desde el corazón hacia el cerebro a través de numerosas vías aferentes. Tambien
a través de estas vías nerviosas que las señales de dolor se envían al cerebro.
Estas vías nerviosas aferentes entran en el cerebro en un área llamada el bulbo
raquídeo, situado en el tronco cerebral. Estas señales tienen un papel
regulador sobre muchas de las señales del sistema nervioso autónomo que fluyen
del cerebro al corazón, los vasos sanguíneos y otras glándulas y órganos. Estas
señales, también llegan hasta los centros superiores del cerebro, donde pueden
influir en la percepción, la toma de decisiones y otros procesos cognitivos.El
Dr. Armour describe el cerebro y el sistema nervioso como un sistema de
procesamiento y distribución en paralelo que consiste en centros de
procesamiento neuronal por todo el cuerpo distribuidos en grupos separados,
pero en interacción constante. El corazón tiene su propio sistema nervioso
intrínseco que opera y procesa la información independientemente del cerebro o
del sistema nervioso. Esto es lo que permite un trasplante de corazón:
Normalmente, el corazón se comunica con el cerebro a través de las fibras
nerviosas que discurren a través del vago y la columna vertebral. En un
trasplante de corazón, estas conexiones nerviosas no se vuelven a conectar
durante un período prolongado de tiempo, en todo caso, sin embargo, el corazón
trasplantado es capaz de funcionar en su nuevo huésped a través de la capacidad
de su sistema nervioso intrínseco.
¿Le hacemos un hueco?
La realidad que vivimos se puede cambiar desde el Corazón: esa parte de nuestro Ser que es Inteligente, intuitiva, compasiva, paciente y sobre todo poderosa en su persistente presencia silenciosa y serena.
Y con nuestro corazón y nuestra mente en coherencia vamos a cambiar nuestro mundo interior y su reflejo: el mundo que nos rodea...(CONTINUARA)
NOTA:
Entrena tu Coherencia Cardiaca.
Existe un sencillo ejercicio que ahora te describo, desarrollado por el Instituto HeartMath de California, pioneros y con 20 años de investigación sobre el corazón, que sirve para entrenarlo a latir de forma Coherente, enviando señales al cerebro para que elimine el estrés mediante un proceso fisiológico que reduce las hormonas del estrés y aumenta las hormonas “positivas”.
Consiste en cuatro pasos:
1. Respirar en el Corazón:
Pon tu mano en el centro de tu pecho, a unos 10 cm. debajo de tu garganta. Respira con tu conciencia en este espacio, como si el aire entrase y saliese por el centro de tu pecho de forma que al inspirar sientes como se ensancha tu caja torácica y empuja tu mano.
2. Visualizar algo agradable:
Al tiempo que respiras en tu corazón, visualizas cosas en tu mente que te hacen sentir feliz. Estas visualizaciones han de provocar en ti sensaciones de bienestar, amor o agradecimiento. Practícalo durante unos 3 minutos.
3. Traslada las imágenes a tu corazón.
Manteniendo la respiración del primer paso, imagínate que mueves las imágenes y aparecen debajo de tu mano en el pecho. Con un poco de práctica sentirás estas imágenes agradables en tu pecho.
4. Sentir la emoción en tu corazón.
Cuando empiezas a sentir la emoción placentera en tu pecho, puedes ensanchar con tu respiración el espacio en tu pecho y ampliar la emoción. Cuando lo vas consiguiendo, el estrés desaparece.
De interes : EL CAMINO DEL CORAZON
No hay comentarios:
Publicar un comentario