Hablar de la muerte se
ha convertido en la actualidad en un concepto tabú.
A nadie le apetece pararse a profundizar en el
tema, tal vez porque le recuerde que, segundo a segundo, vamos caminando de
manera ineludible a su encuentro.
Antiguamente, las
personas buscaban el consuelo en la idea de una vida tras la muerte del cuerpo
físico. En la actualidad, el materialismo ha invadido nuestras mentes y se ha
adueñado de nosotros un sentir generalizado de mojigatería en torno a los
conceptos religiosos de alma y espíritu que sobrevivirían a la degradación del
cuerpo físico.
Por eso, si eres de los
que crees fervientemente que lo único que existe, y es real, es lo que podemos
captar con nuestros sentidos físicos y lo demás son cuentos de viejas, te
adelanto que aquí no vas a encontrar nada que aporte apoyo a tus ideas. Lo
mejor es que no pierdas el tiempo con este post.
Por el contrario, si
sientes una comezón, una pequeña llamada desde tu corazón que te insinúa que
podría haber algo más allá de esto que vemos, sigue leyendo...
¿Estás preparado para
adentrarte en el mundo de Alicia en el País de las Maravillas y abandonar tu
madriguera?
¿Podrías abrirte a la posibilidad
de pensar, por un momento, que en lugar de una persona, un cuerpo,
eres mente (conciencia)?
¿Piensas, con
sinceridad, que ese cascarón de carne y hueso que abandonamos en el proceso de
"muerte" es capaz de generar Vida por sí mismo? (sería lo mismo
que sostener que los cables de una bombilla son los que producen la luz de
la bombilla, y no la electricidad)
Acompáñame por el
sendero de los descubrimientos...
En primer lugar tengo
que anunciarte que los sentidos físicos y el cerebro te engañan y que esa
realidad que palpamos como densa materia no es más que un cúmulo de
posibilidades que se proyectarán como un hecho concreto cuando sean observadas
por la conciencia:
El cerebro es un
programa de ordenador. Se puede manipular, se puede reprogramar, se le pueden
introducir virus e implantes de todo tipo. Tu realidad externa es lo que tu
cerebro te hace creer que es según su programación (creencias, limitaciones,
asociaciones) y esa es la realidad que tu mente a su vez, transmitirá hacia el
exterior y será el bucle que no tiene fin pues será la realidad que atraerás
hacia ti, una y otra vez"(extraido del blog
"La realidad..")
Estos descubrimientos
nos hacen pensar: ¿estamos viviendo los tiempos de las profecías cuando la
espiritualidad y la ciencia se complementarán mutuamente y nos convertirán
seres conscientes de nuestra divinidad?
Podríamos
decir que la Física Cuántica es la ciencia de la espiritualidad, pues
plasma los postulados que los antiguos místicos enseñaban.
Yo creo que los
siguientes puntos son muy importantes y explican por qué nosotros mismos somos
creadores de la realidad física que “aparentemente” es sólida y que “creemos”
no poder cambiar por más que lo deseemos.
Al ser parte de este campo cuántico que funciona a base de energía y electromagnetismo, nosotros somos una masa ambulante de energía, funcionamos gracias a ella y somos como un magneto ambulante.
La física cuántica o mecánica cuántica es una de las más modernas ramas de la investigación científica que se desarrolló con el afán de entender la naturaleza de la realidad física. Esta ciencia ha hecho posible respaldar todas estas teorías de que “Nuestros pensamientos crean nuestro mundo” ya que describe con precisión matemática cómo se comportan las partículas que conforman nuestra realidad física.
Cuando se convierten en ondas, estos “electrones” no se pueden localizar (es como si no existieran) pero existen como campos de probabilidades. Cuando se encuentran en el estado de partícula, el campo de probabilidades se colapsa y ¡se convierte en un objeto sólido!
Los electrones se convierten en materia sólida (o partículas) cuando están siendo observados. Y cuando se les deja de observar se convierten nuevamente en ondas de energía invisibles.
En esencia el mundo está construido por partículas (ellas son los ladrillos de nuestro universo) y el observador, que tiene poder de convertir a un electrón en partícula sólida o hacerla desaparecer somos nosotros."
En esencia nuestro
universo está hecho de energía y electromagnetismo.
Antes se creía que los
átomos eran las partículas más diminutas existentes, pero ahora se ha
descubierto que existen unas partículas AUN MAS PEQUEÑAS QUE EL ÁTOMO, éstas se
llaman partículas subatómicas y no están hechas de materia, son sólo energía,
es decir que prácticamente no existen en el mundo de lo físico.
Los científicos dicen
que son tan diminutas que el único medio por el que saben de su existencia es
por el rastro que dejan en los aceleradores de partículas.
Esas partículas parecen
existir solo cuando son observadas, y solamente cuando se toma la decisión de
ver una partícula la onda de energía invisible se convierte en una entidad
concreta (sólida).
La atención dirigida
hacia esa energía reconocible como una onda, es lo que crea la realidad que
llamamos partícula o sólido, o mundo físico.
Los científicos dicen
que el observador es el creador de la partícula o masa física del universo.
Todo esto significa que
el observador (o sea nosotros), somos quienes creamos algo a partir de lo
invisible (una partícula subatómica), con el simple hecho de OBSERVARLO. Nosotros
también somos un conjunto de átomos moléculas y partículas, tanto atómicas como
subatómicas, por lo tanto no somos sólidos como solemos pensar: nuestro cuerpo se
regenera en su totalidad en un lapso de 7 años, así que en realidad una
persona que tiene 50 años tiene un cuerpo nuevo cada 7 años.
Al ser parte de este campo cuántico que funciona a base de energía y electromagnetismo, nosotros somos una masa ambulante de energía, funcionamos gracias a ella y somos como un magneto ambulante.
La física cuántica o mecánica cuántica es una de las más modernas ramas de la investigación científica que se desarrolló con el afán de entender la naturaleza de la realidad física. Esta ciencia ha hecho posible respaldar todas estas teorías de que “Nuestros pensamientos crean nuestro mundo” ya que describe con precisión matemática cómo se comportan las partículas que conforman nuestra realidad física.
Esta ciencia nos dice
que los electrones se pueden comportar de ambas formas, tanto como partículas y
como ondas de energía invisibles.
Cuando se convierten en ondas, estos “electrones” no se pueden localizar (es como si no existieran) pero existen como campos de probabilidades. Cuando se encuentran en el estado de partícula, el campo de probabilidades se colapsa y ¡se convierte en un objeto sólido!
Los electrones se convierten en materia sólida (o partículas) cuando están siendo observados. Y cuando se les deja de observar se convierten nuevamente en ondas de energía invisibles.
En esencia el mundo está construido por partículas (ellas son los ladrillos de nuestro universo) y el observador, que tiene poder de convertir a un electrón en partícula sólida o hacerla desaparecer somos nosotros."
Llegado
este punto podríamos preguntarnos: ¿Y si la realidad que
conocemos fuese simple humo y nuestras más locas fantasias realidad absoluta?
Según lo que hemos
venido exponiendo en los anteriores párrafos podríamos resumir que la física
cuántica nos explica que la realidad, como tal, no
existe pues nos encontramos inmersos en un campo de posibilidades que
colapsan y dan lugar a la realidad concreta cuando esta es observada.
Es más, se
ha llegado a especular que nuestro universo
puede ser una realidad virtual (ósea un videojuego).
Los científicos también
especulan que el universo pueda ser un holograma y nos hablan de los universos
paralelos.
Así
es, pues existen muchos más sucesos en este Universo de lo que tus ojos y
oídos están dispuestos a mostrarte. Te animo, si así lo consideras oportuno, a
seguir investigándolos por tu cuenta.
Pero sigamos adelante
por este laberinto de Alicia.
Hemos visto que este
universo no es tan sólido como nos gustaría considerarlo. Y, a estas alturas,
pensar que eres un cuerpo físico y que todos tus procesos mentales son un
subproducto químico de tu cerebro o que las emociones proceden de tu amígdala
cerebral, es un tanto ilusorio y demasiado simple para ni siquiera
considerarlo.
Piensa que tu cuerpo
físico es en realidad un conjunto de células con sus propias conciencias de
vida que se agrupan en comunidades llamadas órganos las cuales, a su vez,
se agrupan en sistemas que conforman el cuerpo físico. Además de estas células,
componen también nuestro cuerpo infinidad de bacterias simbiontes sin las
cuales no podríamos prosperar.
Decir que el cuerpo
físico es un ente en sí, es similar a decir que un país es un ente olvidando
sus ciudades, compuestas por barrios, compuestos por comunidades, compuestos
por personas.
Podríamos seguir hacia
arriba o hacia abajo infinitamente partiendo desde lo más ínfimo, el cuanto de
energía, hasta lo superior, el universo ¿Dónde estaría el ser vivo individual y
separado????
Y es que, volviendo al
ser humano, no podemos identificar al ser humano con un cuerpo físico porque
sea lo más inmediato y palpable.
Cuando el hombre muere,
queda lo visible y claramente percibimos que aquello que ha quedado en una cama
no es nuestro amigo fallecido. Es una intuición fuerte que quisiéramos ignorar
pero que nos impacta con profundidad.
Porque, realmente,
nuestro corazón sabe que la parte física solo es un
pequeño componente de nuestra totalidad, que esta sostenido por otros
elementos que no son palpables por nuestros sentidos físicos....
(Continuará)
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