Las tradiciones orientales describen detalladamente la constitución del hombre y la consideran septenaria ( es decir formada por siete cuerpos interpenetrados entre si ).
Consideran que existe un cuaternario inferior o personalidad y una triada superior constituida por los cuerpos superiores ( a imagen y semejanza de la divinidad)
En el cuaternario inferior encontramos el cuerpo etero-físico, la parte material de nuestro cuerpo. Está compuesto de materia y forma. Es el cuerpo que mantenemos gracias al alimento físico y sus nutrientes.
A continuación se encuentra el cuerpo energético, el principio vital. Se alimenta con la respiración y con la energía del universo. La energía del sol incide especialmente en este cuerpo, así como el mar, con su carga de iones negativos que contribuyen a nuestro bienestar. También se nutre a través de la práctica de ejercicio físico.
El cuerpo astral, es el cuerpo que alberga
nuestras emociones y sentimientos, como el amor, el odio, la alegría, la
tristeza, el miedo, etc.
El siguiente es Kāma-manas, que podemos
traducir como la mente de deseos. Es la mente focalizada en el ego, la que
piensa y elucubra con el fin de obtener el beneficio propio.
Este es el cuaternario inferior, que
es lo que conforma aquello que denominamos comúnmente «personalidad» (
per-sonare, para sonar en el mundo físico )
La tríada superior es la parte de nuestro ser que
sobrevive a nuestra muerte como seres encarnados. Se conecta con la parte
inferior a través del llamado Antaḥkaraṇa, literalmente «órgano interno»,
al que en ocasiones se denomina con el poético nombre de «hilo de plata».
Está formada por Manas, la mente
racional, que a diferencia de Kāma-manas, apunta más allá de nuestra
existencia personal. Es la mente que se fundamenta en los valores éticos, en
virtudes como la solidaridad, es la que se cuestiona sobre nuestra naturaleza
trascendente y el sentido de nuestra existencia. Equivale a la mente discernidora.
Buddhi es la mente de la sabiduría, el
intelecto, el conocimiento intuitivo, directo, sin razonamiento. Es la mente
más sutil y su conocimiento es difícil de expresar y de evocar, ya que se
adquiere a partir de un elevado desarrollo espiritual y a través de la gracia. Tiene
una naturaleza cercana al Ātman, el último estado de la tríada
superior y de la constitución septenaria, el espíritu, el principio inefable,
la voluntad en estado puro, el yo supremo.
En las tradiciones de occidente se entiende que
la constitución del hombre es triple: cuerpo, alma y espíritu (encontramos la
idea en los filósofos griegos, en los gnósticos e inclusive en los primeros
padres de la iglesia católica ).
La enseñanza cristiana sustentada por San Pablo
(puesto que de hecho es sobre él que descansa la doctrina cristiana) es que el
hombre es un compuesto de cuerpo, alma y espíritu. Esta es la constitución
triple del hombre en la que creen los teólogos, pero que es mantenida en el
olvido porque su examen podría resultar en la readopción de puntos de vista que
en el pasado fueron aceptados, pero que ahora son heréticos.
Podemos relacionar los siete principios
comentados al principio del post, reagrupándolos en tres partes:
1- El cuaternario inferior
conformado por el cuerpo físico, astral, de vitalidad y del deseo, que es
“mortal y corruptible” ya que es destruido al final de cada reencarnación.
2- Nuestro mental (Manas) que es lo que nos
define como seres individualidades. Podemos considerarlo como nuestra “alma
humana”, nuestro “Yo” y es potencialmente inmortal.
3- El dúo superior formado por Atma y Buddhi
(llamada la Monada) que es la parte divina e imperecedera de nuestro ser, en
español los llamamos el Espíritu y su vehículo, el Alma (espiritual).
( puedes profundizar en cuerpo-alma-espiritu-hombre-humano-ser )
Para aclarar estos conceptos que hemos comentado,
inserto a continuación un video de Emilio Carrillo en el que explica gráficamente
cada uno de los cuerpos mencionados.
No somos un cuerpo físico, no somos nuestros pensamientos, ni nuestras emociones.
Siéntete con el corazón. Estas ahí, observando tu mundo, observando las reacciones del personaje que nos hemos "montado" para experimentar en el mundo físico.
Somos Seres Inmortales, Imperecederos, Inmutables, no sujetos al cambio. No podemos morir porque somos VIDA.
Continuara.....
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